4. Y dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en el que había de venir después de él, a saber, en Jesús el Cristo.
5. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
6. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas y profetizaban.
7. Y eran todos como unos doce hombres.
8. Y entrando Pablo en la sinagoga, habló osadamente por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo en cuanto al reino de Dios.
9. Pero endureciéndose algunos, y no creyendo y maldiciendo el Camino delante de la multitud, Pablo se separó de ellos y llevó a los discípulos aparte, y discutía cada día en la escuela de uno llamado Tirano.
10. Y esto continuó por espacio de dos años; de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús.
11. Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo,
12. de tal manera que aun les llevaban a los enfermos los delantales y los pañuelos que habían tocado el cuerpo de Pablo, y las enfermedades se iban de ellos, y los malos espíritus también salían.
13. Pero algunos de los judíos, que andaban expulsando demonios, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían malos espíritus, diciendo: Os ordeno por Jesús, el que Pablo predica.
14. Y había siete hijos de un tal Esceva, judío, principal de los sacerdotes, que hacían esto.
15. Y respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?
16. Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.
17. Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Éfeso, tanto judíos como griegos; y cayó temor sobre todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús.
18. Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos.
19. Asimismo, muchos de los que habían practicado la hechicería trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y sacada la cuenta del precio de ellos, hallaron que era cincuenta mil denarios.