Reina-Valera 1909

Hechos 19:12-28 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

12. de tal manera que aun les llevaban a los enfermos los delantales y los pañuelos que habían tocado el cuerpo de Pablo, y las enfermedades se iban de ellos, y los malos espíritus también salían.

13. Pero algunos de los judíos, que andaban expulsando demonios, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían malos espíritus, diciendo: Os ordeno por Jesús, el que Pablo predica.

14. Y había siete hijos de un tal Esceva, judío, principal de los sacerdotes, que hacían esto.

15. Y respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?

16. Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.

17. Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Éfeso, tanto judíos como griegos; y cayó temor sobre todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús.

18. Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos.

19. Asimismo, muchos de los que habían practicado la hechicería trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y sacada la cuenta del precio de ellos, hallaron que era cincuenta mil denarios.

20. Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor.

21. Y pasadas estas cosas, Pablo se propuso en el espíritu ir a Jerusalén, después de recorrer Macedonia y Acaya, diciendo: Después que haya estado allá, me será menester ver también Roma.

22. Y enviando a Macedonia a dos de los que le ayudaban, Timoteo y Erasto, él se quedó por algún tiempo en Asia.

23. Hubo por aquel tiempo un alboroto no pequeño acerca del Camino,

24. porque un platero llamado Demetrio, que hacía de plata templecillos de Diana, daba a los artífices no poca ganancia;

25. a los que, reunidos con los obreros del mismo oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio obtenemos nuestra ganancia;

26. pero veis y oís que este Pablo, no solamente en Éfeso, sino en casi toda Asia, ha apartado a mucha gente con persuasión, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos.

27. Y no solamente hay peligro de que éste, nuestro negocio, venga a desacreditarse, sino también de que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada y comience a ser destruida la grandeza de ella, a quien honra toda Asia y el mundo entero.

28. Oídas estas cosas, se llenaron de ira y dieron gritos, diciendo: ¡Grande es Diana de los efesios!