Reina-Valera 1909

Hechos 17:1-17 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

1. Y pasando por Anfípolis y Apolonia, llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos.

2. Y Pablo, como acostumbraba, entró a reunirse con ellos, y durante tres días de reposo discutió con ellos, empleando las Escrituras,

3. declarando y exponiendo que era necesario que el Cristo padeciese y resucitase de entre los muertos; y decía: Jesús, a quien yo os anuncio, es el Cristo.

4. Y algunos de ellos creyeron y se juntaron con Pablo y con Silas; y una gran multitud de los griegos devotos, y de las mujeres principales no pocas.

5. Entonces los judíos que eran incrédulos, teniendo celos, tomaron consigo a algunos ociosos, hombres malos, y juntando una turba, alborotaron la ciudad; y, acometiendo la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.

6. Pero al no hallarlos, trajeron a Jasón y a algunos hermanos ante las autoridades de la ciudad, dando voces: Éstos que alborotan el mundo también han venido acá,

7. a quienes Jasón ha recibido; y todos éstos actúan contra los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús.

8. Y se alborotaron el pueblo y las autoridades de la ciudad al oír estas cosas.

9. Pero después de recibir fianza de Jasón y de los demás, los soltaron.

10. En seguida los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea, quienes, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos.

11. Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.

12. Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres griegas de distinción, y no pocos hombres.

13. Pero cuando los judíos de Tesalónica supieron que también en Berea era anunciada la palabra de Dios por Pablo, fueron allá y también alborotaron al pueblo.

14. Pero de inmediato los hermanos enviaron a Pablo que fuese hacia el mar; y Silas y Timoteo se quedaron allí.

15. Y los que se habían encargado de conducir a Pablo le llevaron hasta Atenas; y habiendo recibido orden para Silas y Timoteo de que viniesen a él lo más pronto que pudiesen, partieron.

16. Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría.

17. Así que discutía en la sinagoga con los judíos y con los creyentes, y en la plaza cada día con los que allí concurrían.