13. Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo,
14. diciendo: De cierto, te bendeciré grandemente y te multiplicaré en gran manera.
15. Y habiendo esperado con gran paciencia, alcanzó la promesa.
16. Porque los hombres ciertamente por uno mayor que ellos juran; y el fin de todas sus controversias es el juramento para confirmación.
17. Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, la confirmó con un juramento,