Reina-Valera 1909

Génesis 44:2-19 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

2. Y pondrás mi copa, la copa de plata, en la boca del costal del menor, con el dinero de su trigo. Y él hizo como dijo José.

3. Venida la mañana, los hombres fueron despedidos con sus asnos.

4. Habiendo ellos salido de la ciudad, de la que aún no se habían alejado, dijo José a su mayordomo: Levántate y sigue a esos hombres; y cuando los alcances, diles: ¿Por qué habéis vuelto mal por bien?

5. ¿No es ésta la copa en la que bebe mi señor y por la que suele adivinar? Habéis hecho mal en lo que hicisteis.

6. Y cuando él los alcanzó, les dijo estas palabras.

7. Y ellos le respondieron: ¿Por qué dice mi señor tales cosas? Nunca tal cosa hagan tus siervos.

8. He aquí, el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales te lo volvimos a traer desde la tierra de Canaán. ¿Cómo, pues, habíamos de hurtar de casa de tu señor plata u oro?

9. Aquel de tus siervos en quien sea hallada la copa, que muera, y aun nosotros seremos esclavos de mi señor.

10. Y él dijo: También ahora sea conforme a vuestras palabras; aquel en quien se halle será mi esclavo, y vosotros seréis sin culpa.

11. Ellos entonces se dieron prisa, y bajando cada uno su costal en tierra, abrió cada cual su costal.

12. Y buscó; desde el mayor comenzó y acabó en el menor; y la copa fue hallada en el costal de Benjamín.

13. Entonces ellos rasgaron sus vestidos, y cargó cada uno su asno y volvieron a la ciudad.

14. Y llegó Judá con sus hermanos a casa de José, que aún estaba allí, y se postraron delante de él en tierra.

15. Y les dijo José: ¿Qué acción es ésta que habéis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo sabe adivinar?

16. Entonces dijo Judá: ¿Qué diremos a mi señor? ¿Qué hablaremos? ¿O con qué nos justificaremos? Dios ha hallado la maldad de tus siervos; he aquí, nosotros somos siervos de mi señor, nosotros, y también aquel en cuyo poder fue hallada la copa.

17. Y él respondió: Nunca haga yo tal cosa. El hombre en cuyo poder fue hallada la copa, él será mi esclavo; vosotros id en paz a vuestro padre.

18. Entonces Judá se acercó a él y le dijo: Ay, señor mío, te ruego que permitas a tu siervo hablar una palabra a oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo, pues tú eres como Faraón.

19. Mi señor preguntó a sus siervos, diciendo: ¿Tenéis padre o hermano?