Reina-Valera 1909

Génesis 43:20-34 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

20. Y dijeron: Ay, señor mío, nosotros en realidad de verdad descendimos al principio a comprar alimentos.

21. Y aconteció que cuando llegamos al mesón y abrimos nuestros costales, he aquí el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su justo peso; y lo hemos vuelto a traer en nuestras manos.

22. También hemos traído en nuestras manos otro dinero para comprar alimentos; nosotros no sabemos quién haya puesto nuestro dinero en nuestros costales.

23. Y él respondió: Paz a vosotros, no temáis; vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os dio el tesoro en vuestros costales; yo recibí vuestro dinero. Y sacó a Simeón a ellos.

24. Y llevó aquel hombre a aquellos hombres a casa de José; y les dio agua, y lavaron sus pies, y dio de comer a sus asnos.

25. Y ellos prepararon el presente entretanto que venía José a mediodía, porque habían oído que allí comerían pan.

26. Y vino José a casa, y ellos le llevaron el presente que tenían en su mano dentro de la casa y se inclinaron ante él hasta la tierra.

27. Entonces les preguntó él cómo estaban y dijo: ¿Vuestro padre, el anciano que dijisteis, lo pasa bien? ¿Vive todavía?

28. Y ellos respondieron: Está bien tu siervo, nuestro padre; aún vive. Y se inclinaron e hicieron reverencia.

29. Y alzando José sus ojos, vio a su hermano Benjamín, hijo de su madre, y dijo: ¿Es éste vuestro hermano menor, de quien me hablasteis? Y dijo: Dios tenga misericordia de ti, hijo mío.

30. Entonces José se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas a causa de su hermano, y buscó dónde llorar; y entró en su cámara y lloró allí.

31. Y lavó su rostro, y salió fuera, y se contuvo y dijo: Poned pan.

32. Y pusieron para él aparte, y separadamente para ellos, y aparte para los egipcios que con él comían, porque los egipcios no pueden comer pan con los hebreos, lo cual es abominación para los egipcios.

33. Y se sentaron delante de él, el mayor conforme a su primogenitura, y el menor conforme a su menor edad; y estaban aquellos hombres atónitos mirándose el uno al otro.

34. Y él tomó viandas de delante de sí para ellos, mas la porción de Benjamín era cinco veces mayor que la de cualquiera de ellos. Y bebieron y se alegraron con él.