35. Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y almacenen el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades, y guárdenlo.
36. Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre.
37. Y el asunto pareció bien a Faraón y a sus siervos.
38. Y dijo Faraón a sus siervos: ¿Hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios?
39. Y dijo Faraón a José: Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú.