Reina-Valera 1909

Génesis 34:4-22 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

4. Y habló Siquem a su padre Hamor, diciendo: Tómame por esposa a esta joven.

5. Y oyó Jacob que Siquem había deshonrado a Dina, su hija; y estando sus hijos con su ganado en el campo, calló Jacob hasta que ellos viniesen.

6. Y se dirigió Hamor, padre de Siquem, a Jacob, para hablar con él.

7. Y los hijos de Jacob vinieron del campo cuando lo supieron; y se entristecieron los hombres y se enojaron mucho, porque hizo vileza en Israel acostándose con la hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho.

8. Y Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija; os ruego que se la deis por esposa.

9. Y emparentad con nosotros; dadnos vuestras hijas y tomad vosotros las nuestras.

10. Y habitad con nosotros, porque la tierra estará delante de vosotros; morad y negociad en ella, y tomad en ella posesión.

11. Siquem también dijo al padre de Dina y a los hermanos de ella: Halle yo gracia ante vuestros ojos, y daré lo que me digáis.

12. Aumentad a cargo mío mucha dote y regalos, que yo daré cuanto me digáis, y dadme la joven por esposa.

13. Y respondieron los hijos de Jacob a Siquem y a su padre Hamor con engaño, y les hablaron, por cuanto había amancillado a su hermana Dina.

14. Y les dijeron: No podemos hacer esto de dar nuestra hermana a hombre incircunciso, porque entre nosotros es abominación.

15. Mas con esta condición os complaceremos: Si habéis de ser como nosotros, que se circuncide entre vosotros todo varón.

16. Entonces os daremos nuestras hijas, y tomaremos nosotros las vuestras; y habitaremos con vosotros y seremos un pueblo.

17. Mas si no nos prestáis oído para circuncidaros, tomaremos a nuestra hija y nos iremos.

18. Y parecieron bien sus palabras a Hamor y a Siquem hijo de Hamor.

19. Y no tardó el joven en hacer aquello, porque la hija de Jacob le había agradado; y él era el más distinguido de toda la casa de su padre.

20. Entonces Hamor y su hijo Siquem fueron a la puerta de su ciudad y hablaron a los hombres de su ciudad, diciendo:

21. Estos hombres son pacíficos con nosotros, y habitarán en el país y comerciarán en él; pues he aquí, la tierra es bastante ancha para ellos; nosotros tomaremos sus hijas por esposas y les daremos las nuestras.

22. Mas con esta condición consentirán estos hombres en habitar con nosotros, para que seamos un pueblo: Que se circuncide entre nosotros todo varón, así como ellos son circuncidados.