Reina-Valera 1909

Génesis 31:31-49 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

31. Y Jacob respondió y dijo a Labán: Porque tuve miedo, pues dije que quizá me quitarías por la fuerza tus hijas.

32. Aquel en quien halles tus dioses, no viva; delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo tenga que sea tuyo y llévatelo. Jacob no sabía que Raquel los había hurtado.

33. Y entró Labán en la tienda de Jacob, y en la tienda de Lea y en la tienda de las dos siervas, y no los halló; y salió de la tienda de Lea y entró en la tienda de Raquel.

34. Y tomó Raquel los ídolos y los puso en una albarda de un camello, y se sentó sobre ellos; y buscó Labán por toda la tienda y no los halló.

35. Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor, porque no me puedo levantar delante de ti, pues estoy con la costumbre de las mujeres. Y él buscó, pero no halló los ídolos.

36. Entonces Jacob se enojó y riñó con Labán; y respondió Jacob y dijo a Labán: ¿Qué transgresión es la mía? ¿Cuál es mi pecado para que con tanto ardor hayas venido persiguiéndome?

37. Ya que has buscado entre todos mis bienes, ¿qué has hallado de todos los enseres de tu casa? Ponlo aquí delante de mis hermanos y de los tuyos, y juzguen entre nosotros dos.

38. Estos veinte años he estado contigo; tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo comí carnero de tus ovejas.

39. Nunca te traje lo arrebatado por las fieras; yo pagaba el daño; lo hurtado, así de día como de noche, de mi mano lo reclamabas.

40. Me encontraba que de día me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos.

41. Así he estado veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas y seis años por tu ganado; y has cambiado mi salario diez veces.

42. Si el Dios de mi padre, el Dios de Abraham y el temor de Isaac, no estuviera conmigo, de cierto me enviarías ahora con las manos vacías; pero vio Dios mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche.

43. Y respondió Labán y dijo a Jacob: Las hijas son hijas mías, y los hijos, hijos míos son, y las ovejas son mis ovejas, y todo lo que tú ves es mío. ¿Y qué puedo yo hacer hoy a estas mis hijas o a sus hijos que ellas han dado a luz?

44. Ven, pues, ahora, hagamos pacto tú y yo; y sea por testimonio entre tú y yo.

45. Entonces Jacob tomó una piedra y la levantó por señal.

46. Y dijo Jacob a sus hermanos: Recoged piedras. Y tomaron piedras e hicieron un montón; y comieron allí sobre aquel montón.

47. Y lo llamó Labán Jegar Sahaduta; y lo llamó Jacob Galaad.

48. Porque Labán dijo: Este montón de piedras es testigo hoy entre tú y yo. Por eso fue llamado su nombre Galaad.

49. Y Mizpa, por cuanto dijo: Vigile Jehová entre tú y yo cuando nos apartemos el uno del otro.