14. Y será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, y al oriente, y al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu descendencia.
15. Y he aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.
16. Y despertó Jacob de su sueño y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía.
17. Y tuvo temor y dijo: ¡Cuán asombroso es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios y puerta del cielo.
18. Y se levantó Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por señal y derramó aceite encima de ella.
19. Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el, aunque Luz era el nombre de la ciudad primero.
20. E hizo Jacob voto, diciendo: Si va Dios conmigo y me guarda en este viaje en que voy, y si me da pan para comer y vestido para vestir,
21. y si regreso en paz a casa de mi padre, entonces Jehová será mi Dios.
22. Y esta piedra que he puesto por señal será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, sin falta el diezmo apartaré para ti.