Reina-Valera 1909

Ezequiel 31:1-11 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

1. Y aconteció en el año undécimo, en el mes tercero, el día primero del mes, que vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:

2. Hijo de hombre, di a Faraón, rey de Egipto, y a su pueblo: ¿A quién te pareces en tu grandeza?

3. He aquí, el asirio era cedro en el Líbano, de hermosas ramas, y frondoso, de amplia sombra y de gran altura; y su copa estaba entre densas ramas.

4. Las aguas lo hicieron crecer, lo encumbró el abismo; sus ríos corrían alrededor de su pie, y a todos los árboles del campo enviaba sus corrientes.

5. Por tanto, se encumbró su altura sobre todos los árboles del campo, y se multiplicaron sus ramas; y a causa de las muchas aguas, se extendieron sus ramas que había echado.

6. En sus ramas hacían nido todas las aves del cielo, y debajo de su ramaje parían todas las bestias del campo, y a su sombra habitaban muchas naciones.

7. Se hizo, pues, hermoso en su grandeza con la extensión de sus ramas, porque su raíz estaba junto a muchas aguas.

8. Los cedros en el huerto de Dios no lo superaron; los cipreses no se podían comparar con su ramaje, ni los castaños con sus ramas; ningún árbol en el huerto de Dios era semejante a él en hermosura.

9. Lo hice hermoso con la multitud de sus ramas; y todos los árboles del Edén, que estaban en el huerto de Dios, tuvieron de él envidia.

10. Por tanto, así dice Jehová el Señor: Por haberse elevado en altura, y por haber puesto su copa entre densas ramas y por haber elevado su corazón con su altura,

11. yo lo entregaré en manos del poderoso de las naciones, que de cierto lo tratará según su maldad; yo lo he desechado.