7. Cuando te tomaron con la mano, te quebraste y les rompiste todo el hombro; y cuando se apoyaron en ti, te quebraste e hiciste cesar sus lomos.
8. Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí que yo traigo contra ti espada, y talaré de ti a hombres y bestias.
9. Y la tierra de Egipto será asolada y desierta; y sabrán que yo soy Jehová, porque dijo: Mío es el río, y yo mismo lo hice.
10. Por tanto, he aquí, yo estoy contra ti y contra tus ríos; y convertiré la tierra de Egipto en ruinas, una desolación, desde Migdol hasta Sevene y hasta la frontera con Etiopía.
11. No pasará por ella pie de hombre, ni pata de bestia pasará por ella, ni será habitada durante cuarenta años.
12. Y convertiré la tierra de Egipto en ruinas en medio de las tierras desoladas, y sus ciudades en medio de las ciudades destruidas estarán desoladas durante cuarenta años; y esparciré a Egipto entre las naciones y lo dispersaré por las tierras.
13. Porque así ha dicho Jehová el Señor: Al cabo de cuarenta años juntaré a los de Egipto de entre los pueblos donde hubiesen sido esparcidos;
14. y volveré a traer a los cautivos de Egipto y los haré volver a la tierra de Patros, a la tierra de su origen; y allí serán un reino abatido.
15. En comparación con los otros reinos, será el más abatido; nunca más se alzará sobre las naciones, porque yo lo disminuiré para que no se enseñoree de las naciones.
16. Y nunca más será la confianza de la casa de Israel, que les haga recordar el pecado de haberse vuelto a ellos; y sabrán que yo soy Jehová el Señor.
17. Y aconteció en el año veintisiete, en el mes primero, el día primero del mes, que vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:
18. Hijo de hombre, Nabucodonosor, rey de Babilonia, hizo a su ejército prestar gran servicio contra Tiro. Toda cabeza fue rapada y se despellejó todo hombro; y ni para él ni para su ejército hubo paga en Tiro por el servicio que prestó contra ella.