1. Y vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:
2. Hijo de hombre, tú habitas en medio de una casa rebelde; tienen ojos para ver, y no ven; tienen oídos para oír, y no oyen, porque son una casa rebelde.
3. Por tanto, tú, hijo de hombre, prepárate enseres de destierro y sal de día a la vista de ellos. Y te pasarás de tu lugar a otro lugar a la vista de ellos; tal vez lo consideren, aunque son una casa rebelde.
4. Y sacarás tus enseres, como enseres de destierro, de día a la vista de ellos; pero tú saldrás al atardecer a la vista de ellos, como quien sale en cautiverio.
5. Ante sus propios ojos abre un hueco en la pared y sal por él.
6. Ante sus propios ojos los llevarás sobre tus hombros, de noche los sacarás; cubrirás tu rostro y no mirarás la tierra, porque te he puesto como señal para la casa de Israel.