22. Y los hechiceros de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos; y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho.
23. Y se dio vuelta Faraón y entró en su casa, y no puso su corazón tampoco en esto.
24. Y en todo Egipto hicieron pozos alrededor del río para beber, porque no podían beber de las aguas del río.
25. Y se cumplieron siete días después de que Jehová hirió el río.