4. Y Ester dijo: Si le parece bien al rey, venga hoy el rey con Amán al banquete que le he preparado.
5. Y respondió el rey: Daos prisa, llamad a Amán para que hagamos lo que Ester ha dicho. Fueron, pues, el rey y Amán al banquete que Ester dispuso.
6. Y dijo el rey a Ester en el banquete, mientras bebían vino: ¿Cuál es tu petición? Pues te será otorgada. ¿Cuál es tu deseo? Aunque sea la mitad del reino, te será concedido.
7. Entonces respondió Ester y dijo: Mi petición y mi deseo es éste:
8. Si he hallado gracia ante los ojos del rey, y si le place al rey otorgar mi petición y conceder mi deseo, que venga el rey con Amán al banquete que les dispondré; y mañana haré conforme a la palabra del rey.
9. Y salió Amán aquel día contento y alegre de corazón; pero cuando vio a Mardoqueo a la puerta del rey, que no se levantaba ni temblaba delante de él, se llenó de ira contra Mardoqueo.
10. Pero se refrenó Amán, y cuando llegó a su casa, mandó llamar e hizo venir a sus amigos y a Zeres, su esposa.
11. Y les refirió Amán la gloria de sus riquezas, y la multitud de sus hijos y todas las cosas con las que el rey le había favorecido y ascendido de posición y cómo le había honrado elevándole sobre los príncipes y servidores del rey.
12. Y añadió Amán: También la reina Ester a ninguno hizo venir con el rey al banquete que ella dispuso, sino a mí; y también para mañana estoy convidado por ella con el rey.
13. Pero todo esto de nada me sirve cada vez que veo al judío Mardoqueo sentado a la puerta del rey.
14. Y Zeres, su esposa, y todos sus amigos le dijeron: Hagan una horca de cincuenta codos de altura, y mañana di al rey que cuelguen a Mardoqueo en ella; y entra alegre con el rey al banquete. Y esto agradó a los ojos de Amán, e hizo preparar la horca.