7. Y Mardoqueo le declaró todo lo que le había acontecido, y le dijo de la plata que Amán había dicho que pagaría a los tesoros del rey a cambio de la destrucción de los judíos.
8. Le dio también una copia del texto del decreto que había sido promulgado en Susa para que fuesen destruidos, a fin de que la mostrara a Ester, y se lo declarase, y le encargara que fuese ante el rey a suplicarle y a interceder delante de él por su pueblo.
9. Y regresó Hatac y contó a Ester las palabras de Mardoqueo.
10. Entonces Ester habló con Hatac y le mandó decir a Mardoqueo:
11. Todos los servidores del rey y el pueblo de las provincias del rey saben que para cualquier hombre o mujer que entre al patio interior para ver al rey, sin ser llamado, hay una sola ley: Ha de morir, salvo aquel a quien el rey extienda el cetro de oro; ése vivirá, y yo no he sido llamada para entrar a ver al rey estos treinta días.