16. Y miré, y he aquí habíais pecado contra Jehová vuestro Dios; os habíais hecho un becerro de fundición, apartándoos pronto del camino que Jehová os había mandado.
17. Entonces tomé las dos tablas, y las arrojé de mis dos manos y las quebré delante de vuestros ojos.
18. Y me postré delante de Jehová, como antes, cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo el pecado vuestro que habíais cometido haciendo lo malo ante los ojos de Jehová para enojarlo.
19. Porque temí a causa del furor y de la ira con que Jehová estaba enojado contra vosotros para destruiros. Pero Jehová me escuchó también esta vez.