Reina-Valera 1909

Deuteronomio 32:6-25 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

6. ¿Así pagáis a Jehová, pueblo necio e ignorante? ¿No es él tu padre que te creó? Él te hizo y te estableció.

7. Acuérdate de los tiempos antiguos; considera los años de muchas generaciones; pregunta a tu padre, y él te lo declarará; a tus ancianos, y ellos te lo dirán.

8. Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones, cuando hizo dividir a los hijos de Adán, estableció los límites de los pueblos según el número de los hijos de Israel.

9. Porque la porción de Jehová es su pueblo; Jacob, la parte de su heredad.

10. Lo halló en tierra de desierto, y en yermo horrible y rugiente; lo protegió, lo cuidó, y lo guardó como a la niña de sus ojos.

11. Como el águila despierta su nidada, revolotea sobre sus polluelos, extiende sus alas, los toma, y los lleva sobre sus plumas.

12. Jehová solo le guió, y no hubo con él dios extraño.

13. Lo hizo cabalgar sobre las alturas de la tierra, y comió los frutos del campo; e hizo que sorbiese miel de la peña y aceite del duro pedernal;

14. mantequilla de vacas y leche de ovejas, con grosura de corderos y carneros de Basán; también machos cabríos, con lo mejor del trigo, y de la sangre de la uva bebiste vino puro.

15. Pero engordó Jesurún, y dio coces (engordaste, te hiciste grueso y te cubriste de gordura); entonces dejó al Dios que lo hizo y menospreció a la Roca de su salvación.

16. Le provocaron a celos con dioses ajenos, y le provocaron a ira con abominaciones.

17. Ofrecieron sacrificios a demonios, y no a Dios; a dioses que no habían conocido, a nuevos dioses que hacía poco habían surgido, que no habían temido vuestros padres.

18. De la Roca que te creó te olvidaste; te has olvidado de Dios, tu creador.

19. Y lo vio Jehová, y los desdeñó por la provocación de sus hijos y de sus hijas.

20. Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro; veré cuál será su fin, porque son una generación perversa, hijos sin fe.

21. Ellos me provocaron a celos con lo que no es Dios; me provocaron a ira con sus vanidades; yo también los provocaré a celos con los que no son un pueblo, con nación insensata los provocaré a ira.

22. Porque se ha encendido el fuego de mi furor, y arderá hasta las profundidades del Seol; y devorará la tierra y sus frutos, y abrasará los fundamentos de los montes.

23. Yo amontonaré males sobre ellos; emplearé en ellos mis saetas.

24. Consumidos serán de hambre, y devorados de fiebre ardiente y de amarga pestilencia; diente de bestias enviaré también sobre ellos, con veneno de serpientes de la tierra.

25. Afuera desolará la espada, y dentro de las casas el terror; tanto al joven como a la doncella, al niño de pecho como al hombre cano.