Reina-Valera 1909

Deuteronomio 32:34-51 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

34. ¿No tengo yo esto guardado conmigo, sellado en mis tesoros?

35. Mía es la venganza y la retribución, a su tiempo su pie resbalará, porque el día de su aflicción está cercano, y lo que les está preparado se apresura.

36. Porque Jehová juzgará a su pueblo y por amor de sus siervos tendrá compasión, cuando vea que la fuerza de ellos se agota y que no queda nadie, ni esclavo ni libre.

37. Y él dirá: ¿Dónde están sus dioses, la roca en que se refugiaban;

38. los que comían la grasa de sus sacrificios y bebían el vino de sus libaciones? ¡Que se levanten y os ayuden! Sean para vosotros refugio.

39. Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir y yo hago vivir; yo hiero y yo sano, y no hay quien pueda librar de mi mano.

40. Porque yo alzaré a los cielos mi mano y diré: Vivo yo para siempre.

41. Si afilo mi reluciente espada, y mi mano empuña el juicio, yo tomaré venganza de mis enemigos, y daré el pago a los que me aborrecen.

42. Embriagaré de sangre mis saetas, y mi espada devorará carne: la sangre de los muertos y de los cautivos, las cabezas de los jefes del enemigo.

43. Alabad, naciones, a su pueblo, porque él vengará la sangre de sus siervos, y tomará venganza de sus enemigos, y hará expiación por su tierra y por su pueblo.

44. Y vino Moisés y recitó todas las palabras de este cántico a oídos del pueblo, él y Josué hijo de Nun.

45. Y acabó Moisés de recitar todas estas palabras a todo Israel,

46. y les dijo: Aplicad vuestro corazón a todas las palabras con las que yo os amonesto hoy, para que las encomendéis a vuestros hijos, para que cuiden de poner por obra todas las palabras de esta ley.

47. Porque no os son cosa vana, pues son vuestra vida; y por ellas prolongaréis vuestros días sobre la tierra que vais a poseer cuando paséis el Jordán.

48. Y habló Jehová a Moisés aquel mismo día, diciendo:

49. Sube a estos montes de Abarim, al monte Nebo, que está en la tierra de Moab, que está frente a Jericó, y mira la tierra de Canaán, que yo doy por heredad a los hijos de Israel.

50. Y morirás en el monte al cual subes y serás reunido con tu pueblo, así como murió Aarón, tu hermano, en el monte Hor y fue reunido con su pueblo;

51. por cuanto fuisteis infieles contra mí en medio de los hijos de Israel en las aguas de Meriba, en Cades, en el desierto de Zin, porque no me santificasteis en medio de los hijos de Israel.