Reina-Valera 1909

Deuteronomio 32:26-44 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

26. Dije que los esparciría, que haría cesar de entre los hombres el recuerdo de ellos,

27. si no hubiera temido la provocación del enemigo, y que entendiesen mal sus adversarios, y que dijesen: Nuestra mano alta ha hecho todo esto y no Jehová.

28. Porque son nación que carece de consejo, y no hay en ellos entendimiento.

29. ¡Ojalá fueran sabios, que comprendieran esto, que entendieran su final!

30. ¿Cómo podría perseguir uno a mil, y dos hacer huir a diez mil, si su Roca no los hubiese vendido, y Jehová no los hubiera entregado?

31. Porque la roca de ellos no es como nuestra Roca, y aun nuestros enemigos son de ello jueces.

32. Porque de la vid de Sodoma es la vid de ellos, y de los campos de Gomorra; las uvas de ellos son uvas ponzoñosas, racimos muy amargos tienen.

33. Veneno de serpientes es su vino, y ponzoña cruel de áspides.

34. ¿No tengo yo esto guardado conmigo, sellado en mis tesoros?

35. Mía es la venganza y la retribución, a su tiempo su pie resbalará, porque el día de su aflicción está cercano, y lo que les está preparado se apresura.

36. Porque Jehová juzgará a su pueblo y por amor de sus siervos tendrá compasión, cuando vea que la fuerza de ellos se agota y que no queda nadie, ni esclavo ni libre.

37. Y él dirá: ¿Dónde están sus dioses, la roca en que se refugiaban;

38. los que comían la grasa de sus sacrificios y bebían el vino de sus libaciones? ¡Que se levanten y os ayuden! Sean para vosotros refugio.

39. Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir y yo hago vivir; yo hiero y yo sano, y no hay quien pueda librar de mi mano.

40. Porque yo alzaré a los cielos mi mano y diré: Vivo yo para siempre.

41. Si afilo mi reluciente espada, y mi mano empuña el juicio, yo tomaré venganza de mis enemigos, y daré el pago a los que me aborrecen.

42. Embriagaré de sangre mis saetas, y mi espada devorará carne: la sangre de los muertos y de los cautivos, las cabezas de los jefes del enemigo.

43. Alabad, naciones, a su pueblo, porque él vengará la sangre de sus siervos, y tomará venganza de sus enemigos, y hará expiación por su tierra y por su pueblo.

44. Y vino Moisés y recitó todas las palabras de este cántico a oídos del pueblo, él y Josué hijo de Nun.