Reina-Valera 1909

Deuteronomio 28:38-54 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

38. Sacarás mucha semilla al campo y recogerás poco, porque la langosta lo consumirá.

39. Plantarás viñas y labrarás, mas no beberás vino ni recogerás uvas, porque el gusano se las comerá.

40. Tendrás olivos en todo tu territorio, mas no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se caerá.

41. Hijos e hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio.

42. Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra los consumirá la langosta.

43. El extranjero que esté en medio de ti se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy bajo.

44. Él te prestará a ti, y tú no le prestarás a él; él será la cabeza, y tú serás la cola.

45. Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán y te alcanzarán hasta que perezcas, por cuanto no habrás atendido a la voz de Jehová tu Dios, para guardar los mandamientos y los estatutos que él te mandó.

46. Y serán sobre ti como una señal y un prodigio, y sobre tu descendencia para siempre.

47. Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón por la abundancia de todas las cosas,

48. servirás, por tanto, a tus enemigos que enviará Jehová contra ti, con hambre y con sed, y con desnudez y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte.

49. Jehová traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como águila, una nación cuya lengua no entiendas;

50. gente fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano ni tendrá compasión del niño.

51. Y comerá el fruto de tus animales y el fruto de tu tierra hasta que perezcas; y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte.

52. Y te sitiará en todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que tú confías, en toda tu tierra; te sitiará, pues, en todas tus ciudades y en toda tu tierra que Jehová tu Dios te haya dado.

53. Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehová tu Dios te dio, en el sitio y en el apuro con que te angustiará tu enemigo.

54. El hombre tierno y delicado en medio de ti mirará con malos ojos a su hermano, y a la esposa amada y al resto de sus hijos que le queden,