29. Cuando Jehová tu Dios haya devastado delante de ti las naciones a donde tú vas para poseerlas, y las heredes y habites en su tierra,
30. cuídate de no tropezar yendo en pos de ellas, después que sean destruidas delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: ¿De qué manera servían aquellas naciones a sus dioses? Así haré yo también.
31. No harás así para con Jehová tu Dios, porque todo lo abominable que Jehová aborrece hicieron ellos a sus dioses, pues aun a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego para sus dioses.
32. Cuidaréis de hacer todo lo que yo os mando; no añadirás a ello ni de ello quitarás.