Deuteronomio

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Reina-Valera 1909

Deuteronomio 4 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

1. Ahora, pues, oh Israel, escucha los estatutos y decretos que yo os enseño, para que los ejecutéis y viváis, y entréis a tomar posesión de la tierra que Jehová, el Dios de vuestros padres, os da.

2. No añadiréis a la palabra que yo os mando ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno.

3. Vuestros ojos vieron lo que hizo Jehová con motivo de Baal-peor, que a todo hombre que fue en pos de Baal-peor lo destruyó Jehová tu Dios de en medio de ti.

4. Mas vosotros, que permanecisteis fieles a Jehová vuestro Dios, todos estáis vivos hoy.

5. Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual vais a entrar para tomar posesión de ella.

6. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra, porque esto es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es ésta.

7. Porque, ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cerca de sí, como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos?

8. Y, ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y decretos justos, como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?

9. Por tanto, guárdate y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; sino que las enseñarás a tus hijos y a los hijos de tus hijos.

10. El día en que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán para temerme todos los días que vivan sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos.

11. Os acercasteis y os pusisteis al pie del monte; y el monte ardía en fuego hasta en medio de los cielos con tinieblas, con nube y con densa oscuridad.

12. Y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; oisteis la voz de sus palabras, pero a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis.

13. Y él os anunció su convenio, el cual os mandó poner por obra: los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra.

14. A mí también me mandó Jehová en aquel tiempo que os enseñara los estatutos y decretos, para que los pusieseis por obra en la tierra a la cual vais a pasar para poseerla.

15. Guardad, pues, mucho vuestras almas, puesto que ninguna figura visteis el día en que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego,

16. para que no os corrompáis, haciendo para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de hombre o de mujer,

17. figura de algún animal que haya sobre la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire,

18. figura de algún animal que se arrastre por la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra.

19. No sea que, alzando tus ojos al cielo y viendo el sol, y la luna, y las estrellas y todo el ejército del cielo, te sientas impulsado a adorarlos y a servirlos, cosas que Jehová tu Dios ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.

20. Mas a vosotros Jehová os tomó y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis el pueblo de su heredad como lo sois en este día.

21. Y Jehová se enojó contra mí por causa de vosotros, y juró que yo no pasaría el Jordán ni entraría en la buena tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.

22. Así que yo voy a morir en esta tierra y no pasaré el Jordán; mas vosotros pasaréis y poseeréis aquella buena tierra.

23. Guardaos, no sea que os olvidéis del convenio de Jehová vuestro Dios que él estableció con vosotros, y os hagáis escultura o imagen de cualquier cosa que Jehová tu Dios te ha prohibido.

24. Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso.

25. Cuando hayáis engendrado hijos y nietos y hayáis envejecido en la tierra, si os corrompéis, y hacéis escultura o imagen de cualquier cosa, y hacéis lo malo ante los ojos de Jehová vuestro Dios, para enojarlo,

26. yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra que pronto pereceréis totalmente en la tierra hacia la cual vais a pasar el Jordán para poseerla. No estaréis en ella largos días sin que seáis destruidos.

27. Y Jehová os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las naciones a las cuales os llevará Jehová.

28. Y serviréis allí a dioses hechos por manos de hombres, de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni comen ni huelen.

29. Mas si desde allí buscas a Jehová tu Dios, lo hallarás si lo buscas con todo tu corazón y con toda tu alma.

30. Cuando estés en angustia y te alcancen todas estas cosas, si en los postreros días te vuelves a Jehová tu Dios y escuchas su voz,

31. porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios: No te dejará, ni te destruirá ni se olvidará del convenio que él juró a tus padres.

32. Porque pregunta ahora acerca de los tiempos pasados que han sido antes de ti, desde el día en que creó Dios al hombre sobre la tierra, si desde un extremo del cielo al otro se ha hecho algo semejante a esta gran cosa, o se ha oído otra como ella.

33. ¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, y ha vivido?

34. ¿O ha intentado Dios venir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, con milagros, y con guerra, y con mano poderosa y brazo extendido, y con grandes terrores, según todo lo que hizo con vosotros Jehová vuestro Dios en Egipto ante tus ojos?

35. A ti te fue mostrado para que supieses que Jehová es Dios y que no hay otro fuera de él.

36. Desde los cielos te hizo oír su voz para disciplinarte; y sobre la tierra te mostró su gran fuego, y has oído sus palabras de en medio del fuego.

37. Y por cuanto él amó a tus padres, escogió a su descendencia después de ellos y te sacó delante de sí de Egipto con su gran poder,

38. para echar de delante de ti naciones grandes y más fuertes que tú, y para hacerte entrar y darte su tierra por heredad, como sucede hoy.

39. Aprende, pues, hoy y considera en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra; no hay otro.

40. Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, que yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre.

41. Entonces apartó Moisés tres ciudades de este lado del Jordán, hacia el nacimiento del sol,

42. para que huyese allí el homicida que matase a su prójimo sin intención, sin haber tenido enemistad con él previamente y, huyendo a una de estas ciudades, salvase su vida.

43. Apartó Beser en el desierto, en la tierra de la llanura, para los rubenitas; y Ramot en Galaad, para los gaditas; y Golán en Basán, para los de Manasés.

44. Ésta, pues, es la ley que Moisés puso delante de los hijos de Israel.

45. Éstos son los testimonios, y los estatutos y los decretos que Moisés habló a los hijos de Israel cuando salieron de Egipto,

46. de este lado del Jordán, en el valle delante de Bet-peor, en la tierra de Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón, al que derrotó Moisés con los hijos de Israel cuando salieron de Egipto.

47. Y poseyeron la tierra de Sehón y la tierra de Og, rey de Basán, los dos reyes de los amorreos que estaban de este lado del Jordán, al nacimiento del sol,

48. desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo Arnón, hasta el monte Sión, que es Hermón,

49. y toda la llanura de este lado del Jordán, al oriente, hasta el mar del llano, al pie de las laderas del Pisga.