Reina-Valera 1909

Daniel 7:9-21 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

9. Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos; y el Anciano de Días se sentó, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono, llama de fuego; sus ruedas, fuego ardiente.

10. Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones estaban delante de él; el tribunal se sentó, y los libros se abrieron.

11. Yo entonces miraba a causa de la voz de las grandes palabras que hablaba el cuerno; miraba hasta que mataron a la bestia, y su cuerpo fue destrozado y entregado para ser quemado en el fuego.

12. Habían también quitado a las otras bestias su dominio, pero les había sido prolongada la vida hasta cierto tiempo.

13. Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí en las nubes del cielo venía uno como el Hijo del Hombre, que vino hasta el Anciano de Días, y le hicieron acercarse delante de él.

14. Y le fue dado dominio, y gloria y reino; y todos los pueblos, naciones y lenguas le servían; su dominio es un dominio eterno que no terminará, y su reino no será destruido.

15. A mí, Daniel, se me turbó el espíritu en medio de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me turbaron.

16. Me acerqué a uno de los que estaban allí y le pregunté la verdad acerca de todo esto. Y me habló y me dio a conocer la interpretación de las cosas.

17. Estas grandes bestias, que son cuatro, son cuatro reyes que se levantarán en la tierra.

18. Después recibirán el reino los santos del Altísimo y poseerán el reino eternamente, por los siglos de los siglos.

19. Entonces tuve el deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era tan diferente de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro y uñas de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y hollaba las sobras con sus pies;

20. asimismo, acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro que le había salido, delante del cual habían caído tres; y este mismo cuerno tenía ojos y una boca que hablaba de grandezas, y parecía ser más grande que sus compañeros.

21. Y veía yo que este cuerno hacía la guerra contra los santos y los vencía,