19. Entonces tuve el deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era tan diferente de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro y uñas de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y hollaba las sobras con sus pies;
20. asimismo, acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro que le había salido, delante del cual habían caído tres; y este mismo cuerno tenía ojos y una boca que hablaba de grandezas, y parecía ser más grande que sus compañeros.
21. Y veía yo que este cuerno hacía la guerra contra los santos y los vencía,
22. hasta que vino el Anciano de Días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos poseyeron el reino.
23. Dijo así: La cuarta bestia será el cuarto reino en la tierra, el cual será diferente de todos los otros reinos; y a toda la tierra devorará, y la hollará y la despedazará.
24. Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los primeros, y a tres reyes derribará.
25. Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo hostigará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en sus manos hasta un tiempo, y tiempos y medio tiempo.
26. Pero se sentará el tribunal, y le quitarán su dominio, para que sea destruido y arruinado hasta el fin;
27. y el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo serán dados al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es un reino eterno; y todos los dominios le servirán y le obedecerán.
28. Hasta aquí fue el fin del asunto. En cuanto a mí, Daniel, mucho me turbaron mis pensamientos y mi rostro se demudó; mas guardé en mi corazón el asunto.