Reina-Valera 1909

Daniel 4:17-29 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

17. La sentencia es por decreto de los vigilantes, y el veredicto por la palabra de los santos, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da y que constituye sobre él al más humilde de los hombres.

18. Yo, el rey Nabucodonosor, he visto este sueño. Tú, pues, Beltsasar, dirás la interpretación de él, porque ninguno de los sabios de mi reino ha podido darme a conocer su interpretación; pero tú puedes, porque está en ti el espíritu de los dioses santos.

19. Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltsasar, se quedó atónito casi una hora, y sus pensamientos le turbaban: El rey habló y dijo: Beltsasar, no te turben ni el sueño ni su interpretación. Respondió Beltsasar y dijo: Señor mío, el sueño sea para los que te odian, y su interpretación para tus enemigos.

20. El árbol que viste, que crecía y se hacía fuerte, y cuya altura llegaba hasta el cielo, y que se veía desde toda la tierra,

21. y cuyo follaje era hermoso, y su fruto abundante, y había en él alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo, y en cuyas ramas habitaban las aves del cielo,

22. tú mismo eres, oh rey, que creciste y te hiciste poderoso, pues creció tu grandeza y ha llegado hasta el cielo, y tu dominio hasta los confines de la tierra.

23. Y en cuanto a lo que vio el rey, un vigilante y santo que descendía del cielo y decía: Derribad el árbol y destruidlo; mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de bronce, entre la hierba del campo; y sea mojado con el rocío del cielo, y sea su parte con las bestias del campo, hasta que pasen sobre él siete tiempos;

24. ésta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo que ha venido sobre mi señor, el rey:

25. Que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes y con el rocío del cielo serás mojado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que entiendas que el Altísimo tiene dominio sobre el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da.

26. Y en cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, ello significa que tu reino seguirá siendo tuyo después que entiendas que es el cielo el que gobierna.

27. Por tanto, oh rey, acepta mi consejo y rompe con tus pecados haciendo justicia, y con tus iniquidades haciendo misericordias para con los pobres; pues tal vez sea prolongada tu prosperidad.

28. Todo esto vino sobre el rey Nabucodonosor.

29. Al cabo de doce meses, paseando por el palacio real de Babilonia,