10. Y éstas fueron las visiones de mi cabeza estando en mi cama: Me parecía ver en medio de la tierra un árbol cuya altura era grande.
11. Crecía este árbol y se hacía fuerte; y su altura llegaba hasta el cielo, y se veía desde los confines de toda la tierra.
12. Su follaje era hermoso, y su fruto abundante, y había en él alimento para todos. Debajo de él se ponían, a su sombra, las bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del cielo, y se mantenía de él todo ser viviente.
13. Vi en las visiones de mi cabeza, mientras estaba en mi cama, y he aquí que un vigilante y santo descendía del cielo;
14. clamaba fuertemente y decía así: Derribad el árbol y cortad sus ramas; quitadle el follaje y dispersad su fruto; váyanse las bestias que están debajo de él y las aves de sus ramas.
15. Mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, y con atadura de hierro y de bronce entre la hierba del campo; y sea mojado con el rocío del cielo, y sea su parte con las bestias entre la hierba de la tierra.