18. Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres: por el fuego, y por el humo y por el azufre que salían de la boca de ellos.
19. Porque su poder está en su boca y en sus colas, porque sus colas son semejantes a serpientes, y tienen cabezas y con ellas dañan.
20. Y el resto de los hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, y de plata, y de bronce, y de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír ni andar;
21. y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación ni de sus hurtos.