22. He aquí, yo la arrojo en una cama; y a los que cometen adulterio con ella los arrojo en gran tribulación, si no se arrepienten de sus obras.
23. Y castigaré de muerte a sus hijos; y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriño la mente y el corazón; y daré a cada uno de vosotros según sus propias obras.
24. Pero a vosotros, y a los demás que están en Tiatira, que no tienen esa doctrina y que no han conocido las profundidades de Satanás, como ellos las llaman, yo os digo: No impondré sobre vosotros otra carga.
25. Pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga.