17. Pero el Señor estuvo a mi lado y me fortaleció, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen; y así fui librado de la boca del león.
18. Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
19. Saluda a Prisca y a Aquila, y a la casa de Onesíforo.
20. Erasto se quedó en Corinto; y a Trófimo dejé en Mileto, enfermo.
21. Procura venir antes del invierno. Eubulo te saluda, y Pudente, y Lino, y Claudia y todos los hermanos.