13. si somos infieles, él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo.
14. Recuérdales esto, exhortándolos delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que destruye a los oyentes.
15. Procura con diligencia presentarte ante Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que expone bien la palabra de verdad.