12. Ve y di a David: Así ha dicho Jehová: Tres cosas te ofrezco: tú escogerás una de ellas, para que yo la haga.
13. Vino, pues, Gad a David, y se lo hizo saber y le dijo: ¿Quieres que te vengan siete años de hambre en tu tierra? ¿O que huyas tres meses delante de tus enemigos y que ellos te persigan? ¿O que tres días haya peste en tu tierra? Piensa ahora, y mira qué responderé al que me ha enviado.
14. Entonces David dijo a Gad: Estoy en gran angustia; es preferible caer ahora en manos de Jehová, porque sus misericordias son muchas, a caer yo en manos de hombres.
15. Y envió Jehová la peste sobre Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado; y murieron setenta mil hombres del pueblo, desde Dan hasta Beerseba.
16. Y cuando el ángel extendió su mano sobre Jerusalén para destruirla, Jehová se arrepintió de aquel mal y dijo al ángel que destruía al pueblo: Basta ahora; detén tu mano. Y el ángel de Jehová estaba junto a la era de Arauna, el jebuseo.
17. Y David dijo a Jehová, cuando vio al ángel que hería al pueblo: Yo pequé; yo hice lo malo. ¿Qué han hecho estas ovejas? Te ruego que tu mano se vuelva contra mí y contra la casa de mi padre.
18. Y Gad vino a David aquel día y le dijo: Sube y levanta un altar a Jehová en la era de Arauna, el jebuseo.
19. Y subió David, conforme al dicho de Gad, según lo había mandado Jehová.
20. Y miró Arauna y vio al rey y a sus siervos que venían a él. Salió entonces Arauna y se inclinó delante del rey, rostro a tierra.
21. Y Arauna dijo: ¿Por qué viene mi señor el rey a su siervo? Y David respondió: Para comprar de ti la era, a fin de edificar un altar a Jehová, para que cese la plaga de entre el pueblo.
22. Y Arauna dijo a David: Tome y ofrezca mi señor el rey lo que bien le parezca; he aquí, bueyes para el holocausto, y los trillos y los yugos de los bueyes para leña.
23. Todo esto, oh rey, Arauna lo da al rey. Y dijo Arauna al rey: Jehová tu Dios te sea propicio.
24. Y el rey dijo a Arauna: No, sino que por precio te lo compraré, porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada. Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata.
25. Y edificó allí David un altar a Jehová, y sacrificó holocaustos y ofrendas de paz; y Jehová se aplacó con la tierra, y cesó la plaga de entre Israel.