Reina-Valera 1909

2 Samuel 19:21-36 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

21. Y Abisai hijo de Sarvia respondió y dijo: ¿No ha de morir por esto Simei, que maldijo al ungido de Jehová?

22. David entonces dijo: ¿Qué tengo yo que ver con vosotros, hijos de Sarvia, para que hoy me seáis adversarios? ¿Ha de morir hoy alguno en Israel? ¿Acaso no sé que hoy soy rey sobre Israel?

23. Y dijo el rey a Simei: No morirás. Y el rey se lo juró.

24. También Mefi-boset hijo de Saúl descendió a recibir al rey; y no había aseado sus pies, ni había recortado su barba, ni tampoco había lavado sus vestidos desde el día en que el rey salió hasta el día en que volvió en paz.

25. Y aconteció que cuando él vino a Jerusalén a recibir al rey, el rey le dijo: Mefi-boset, ¿por qué no fuiste conmigo?

26. Y él dijo: Oh rey señor mío, mi siervo me ha engañado; pues tu siervo había dicho: Me ensillaré un asno, y montaré en él e iré al rey, porque tu siervo es cojo.

27. Y él ha calumniado a tu siervo delante de mi señor el rey, pero mi señor el rey es como un ángel de Dios; haz, pues, lo que bien te parezca.

28. Porque toda la casa de mi padre era digna de muerte delante de mi señor el rey, y tú pusiste a tu siervo entre los convidados a tu mesa. ¿Qué derecho, pues, tengo aún para quejarme más al rey?

29. Y el rey le dijo: ¿Para qué hablar más de tus asuntos? Yo he determinado que tú y Siba os repartáis las tierras.

30. Y Mefi-boset dijo al rey: Deja que él las tome todas, puesto que mi señor el rey ha vuelto en paz a su casa.

31. También Barzilai, el galaadita, descendió de Rogelim, y pasó el Jordán con el rey, para acompañarle al otro lado del Jordán.

32. Y era Barzilai muy anciano, de ochenta años, el cual había dado provisiones al rey cuando estaba en Mahanaim, porque era un hombre potentado.

33. Y el rey dijo a Barzilai: Cruza conmigo y yo te sustentaré junto a mí en Jerusalén.

34. Mas Barzilai dijo al rey: ¿Cuántos años me quedan de vida para que yo suba con el rey a Jerusalén?

35. Ya tengo ochenta años de edad. ¿Acaso podré yo discernir entre lo bueno y lo malo? ¿Saboreará ahora tu siervo lo que coma o lo que beba? ¿Oirá aún la voz de los cantores y de las cantoras? ¿Para qué, pues, ha de ser tu siervo una carga para mi señor el rey?

36. Pasará tu siervo un poco más allá del Jordán con el rey; pero, ¿por qué me ha de dar el rey tan gran recompensa?