4. Y decía Absalón: ¡Quién me pusiera por juez en esta tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleito o asunto, y yo les haría justicia!
5. Y acontecía que cuando alguno se acercaba para inclinarse ante él, él extendía su mano, y lo abrazaba y lo besaba.
6. Y de esta manera hacía con todos los de Israel que venían al rey a juicio, y así les robaba Absalón el corazón a los de Israel.
7. Y aconteció que al cabo de cuarenta años, Absalón dijo al rey: Yo te ruego que me permitas ir a Hebrón a pagar mi voto que he prometido a Jehová.
8. Porque tu siervo hizo voto cuando estaba en Gesur, en Siria, diciendo: Si Jehová me hace volver a Jerusalén, yo serviré a Jehová.
9. Y el rey le dijo: Ve en paz. Y él se levantó y se fue a Hebrón.
10. Pero envió Absalón espías por todas las tribus de Israel, diciendo: Cuando oigáis el sonido de la trompeta, diréis: Absalón reina en Hebrón.
11. Y fueron con Absalón doscientos hombres de Jerusalén convidados por él, los cuales iban inocentemente, sin saber nada.
12. También, Absalón mandó buscar a Ahitofel, el gilonita, consejero de David, de Gilo su ciudad, mientras ofrecía sus sacrificios. Y la conspiración vino a ser grande, pues iba aumentando el pueblo que seguía a Absalón.
13. Y un mensajero vino a David, diciendo: El corazón de todo Israel se va tras Absalón.
14. Entonces David dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalén: Levantaos y huyamos, porque no podremos escapar delante de Absalón; daos prisa a partir, no sea que apresurándose él nos alcance, y arroje el mal sobre nosotros y hiera la ciudad a filo de espada.