25. Y él entró y se puso delante de su señor. Y Eliseo le dijo: ¿De dónde vienes, Giezi? Y él dijo: Tu siervo no ha ido a ninguna parte.
26. Él entonces le dijo: ¿No fue también mi corazón contigo cuando el hombre se bajó de su carro para recibirte? ¿Es éste el momento de tomar plata y de tomar vestidos, olivares, viñas, ovejas, bueyes, siervos y siervas?
27. Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu descendencia para siempre. Y salió de su presencia leproso, blanco como la nieve.