Reina-Valera 1909

2 Reyes 4:29-42 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

29. Entonces dijo él a Giezi: Ciñe tus lomos, y toma mi vara en tu mano y ve; y si te encuentras con alguien, no lo saludes; y si alguien te saluda, no le respondas; y pon mi vara sobre el rostro del niño.

30. Y dijo la madre del niño: Vive Jehová y vive tu alma, que no me apartaré de ti. Él entonces se levantó y la siguió.

31. Y Giezi había ido delante de ellos y había puesto la vara sobre el rostro del niño, pero no tenía voz ni reaccionaba; así que se regresó para encontrar a Eliseo y le dijo: El niño no despierta.

32. Cuando llegó Eliseo a la casa, he aquí el niño estaba muerto, tendido sobre su cama.

33. Entonces él entró, y cerró la puerta detrás de ambos y oró a Jehová.

34. Después subió, y se tendió sobre el niño y puso su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre sus ojos, y sus manos sobre las manos de él; así se tendió sobre él, y el calor volvió al cuerpo del niño.

35. Entonces regresó y caminó por la casa de una parte a otra, y después subió y se tendió sobre él; y el niño estornudó siete veces y abrió sus ojos.

36. Entonces llamó él a Giezi y le dijo: Llama a la sunamita. Y él la llamó. Y entrando ella, él le dijo: Toma tu hijo.

37. Y ella entró, y cayó a sus pies y se postró en tierra; después tomó a su hijo y salió.

38. Y Eliseo regresó a Gilgal. Había entonces gran hambre en la tierra. Y los hijos de los profetas estaban sentados ante él, y dijo a su criado: Pon una olla grande y prepara un potaje para los hijos de los profetas.

39. Y salió uno al campo a recoger hierbas, y halló una viña silvestre y llenó su falda de calabazas silvestres; y regresó, y las cortó y las puso en la olla del potaje, aunque no sabía lo que era.

40. Después sirvieron para que comieran los hombres, pero sucedió que cuando comieron ellos de aquel potaje, dieron voces, diciendo: ¡Hombre de Dios, hay muerte en la olla! Y no pudieron comer.

41. Entonces Eliseo dijo: Traed harina. Y la esparció en la olla y dijo: Dad de comer a la gente. Y ya no hubo nada malo en la olla.

42. Entonces llegó un hombre de Baal-salisa, el cual trajo panes de primicias al hombre de Dios, veinte panes de cebada y espigas de trigo nuevo. Y Eliseo dijo: Da a la gente para que coma.