Reina-Valera 1909

2 Reyes 4:13-28 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

13. Y dijo él a Giezi: Dile: He aquí, tú nos has atendido con todo este esmero; ¿qué quieres que haga por ti? ¿Quieres que hable por ti al rey o al general del ejército? Y ella respondió: Yo habito en medio de mi pueblo.

14. Y él dijo: ¿Qué, pues, haremos por ella? Y Giezi respondió: He aquí, ella no tiene hijo y su marido ya es viejo.

15. Dijo entonces: Llámala. Y él la llamó, y ella se paró a la puerta.

16. Y él le dijo: Por esta temporada, según el tiempo de la vida, abrazarás un hijo. Y ella dijo: No, señor mío, hombre de Dios, no engañes a tu sierva.

17. Pero la mujer concibió y dio a luz un hijo en la temporada que Eliseo le había dicho, según el tiempo de la vida.

18. Y cuando el niño creció, aconteció que un día salió adonde estaba su padre con los segadores.

19. Y dijo a su padre: ¡Ay, mi cabeza, mi cabeza! Y él dijo a un criado: Llévalo a su madre.

20. Y lo tomó y lo llevó a su madre, y estuvo sentado sobre sus rodillas hasta el mediodía, y murió.

21. Entonces ella subió y lo puso sobre la cama del hombre de Dios, y cerró la puerta y salió.

22. Luego llamó a su marido y le dijo: Te ruego que envíes conmigo a alguno de los criados y una de las asnas, para que yo vaya corriendo al hombre de Dios y regrese.

23. Y él dijo: ¿Para qué vas a verle hoy? No es luna nueva ni día de reposo. Y ella respondió: Paz.

24. Después hizo ensillar el asna, y dijo al criado: Guía y adelante, y no te detengas en el camino por mí, sino cuando yo te lo diga.

25. Se fue, pues, y llegó al hombre de Dios al monte Carmelo. Y aconteció que cuando el hombre de Dios la vio de lejos, dijo a su criado Giezi: He aquí, allá viene la sunamita.

26. Te ruego que vayas ahora corriendo a recibirla y le digas: ¿Te va bien? ¿Y a tu marido y a tu hijo? Y ella dijo: Bien.

27. Y cuando llegó a donde estaba el hombre de Dios en el monte, se asió de sus pies. Y se acercó Giezi para quitarla; pero el hombre de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está en amargura, y Jehová me ha encubierto el motivo y no me lo ha revelado.

28. Y ella dijo: ¿Acaso pedí yo hijo a mi señor? ¿No dije yo que no me engañases?