Reina-Valera 1909

2 Reyes 4:1-11 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

1. Una mujer, de las esposas de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo, mi marido, ha muerto, y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; y ha venido el acreedor para llevarse a dos hijos míos como siervos.

2. Y Eliseo le dijo: ¿Qué puedo hacer por ti? Dime qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite.

3. Y él le dijo: Ve y pide vasijas prestadas a todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas.

4. Entra luego y cierra la puerta detrás de ti y de tus hijos; y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte.

5. Y se fue la mujer de allí y cerró la puerta detrás de sí y de sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite.

6. Y sucedió que cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme otra vasija. Y él le dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite.

7. Fue ella luego y se lo contó al hombre de Dios, quien dijo: Ve y vende el aceite y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quede.

8. Y aconteció que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una mujer importante que le invitaba insistentemente a que comiese; y sucedía que cuando él pasaba por allí, entraba en su casa a comer.

9. Y ella dijo a su marido: He aquí, ahora yo entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa es un hombre santo de Dios.

10. Yo te ruego que hagas un pequeño aposento arriba con paredes, y pongamos en él cama, y mesa, y silla y candelero, para que cuando venga a nosotros, se quede en él.

11. Y aconteció que un día pasó él por allí, y se quedó en aquel aposento y durmió allí.