Reina-Valera 1909

2 Reyes 23:14-25 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

14. Y quebró las estatuas, y derribó las imágenes de Asera y llenó sus lugares de huesos de hombres.

15. Igualmente el altar que estaba en Bet-el y el lugar alto que había hecho Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel; destruyó aquel altar y el lugar alto; y quemó el lugar alto y lo redujo a polvo, y quemó la imagen de Asera.

16. Y se volvió Josías, y al ver los sepulcros que estaban allí en el monte, envió y sacó los huesos de los sepulcros y los quemó sobre el altar para contaminarlo, conforme a la palabra de Jehová que había profetizado el hombre de Dios, el cual había anunciado estas cosas.

17. Y después dijo: ¿Qué monumento es éste que veo? Y los hombres de la ciudad le respondieron: Éste es el sepulcro del hombre de Dios que vino de Judá y profetizó estas cosas que tú has hecho contra el altar de Bet-el.

18. Y él dijo: Dejadlo; nadie mueva sus huesos; y así dejaron sus huesos con los huesos del profeta que había venido de Samaria.

19. Y todas las casas de los lugares altos que estaban en las ciudades de Samaria, las cuales habían hecho los reyes de Israel para provocar a ira a Jehová, las quitó también Josías, e hizo con ellas como había hecho en Bet-el.

20. Además mató sobre los altares a todos los sacerdotes de los lugares altos que allí estaban, y quemó sobre ellos huesos de hombres y volvió a Jerusalén.

21. Entonces mandó el rey a todo el pueblo, diciendo: Celebrad la Pascua a Jehová vuestro Dios, conforme a lo que está escrito en el libro de este convenio.

22. Ciertamente no se había celebrado tal Pascua desde los tiempos en que los jueces gobernaban a Israel, ni en todos los tiempos de los reyes de Israel y de los reyes de Judá.

23. En el año dieciocho del rey Josías se celebró aquella Pascua a Jehová en Jerusalén.

24. Asimismo quitó Josías a los encantadores, adivinos y terafines, y todas las abominaciones que se veían en la tierra de Judá y en Jerusalén, para cumplir las palabras de la ley que estaban escritas en el libro que el sacerdote Hilcías había hallado en la casa de Jehová.

25. No hubo otro rey antes de él que se convirtiese a Jehová con todo su corazón, y con toda su alma y con todas su fuerzas, conforme a toda la ley de Moisés, ni después de él se levantó otro igual.