Reina-Valera 1909

2 Reyes 2:9-25 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

9. Y aconteció que cuando hubieron pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí.

10. Y él le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me ves cuando sea quitado de ti, te será concedido; pero si no, no.

11. Y sucedió que, yendo ellos hablando, he aquí, un carro de fuego con caballos de fuego los apartó a los dos, y Elías subió al cielo en un torbellino.

12. Al ver esto, Eliseo clamó: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y no le vio más; y tomó sus vestidos y los rasgó en dos partes.

13. Alzó luego el manto de Elías que se le había caído, y regresó y se paró a la orilla del Jordán.

14. Y tomó el manto de Elías que se le había caído, y golpeó las aguas y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y cuando también hubo golpeado las aguas, éstas se apartaron a uno y a otro lado, y Eliseo pasó.

15. Y cuando le vieron los hijos de los profetas que estaban al otro lado, en Jericó, dijeron: El espíritu de Elías reposa sobre Eliseo. Y fueron a recibirle y se postraron en tierra ante él.

16. Y dijeron: He aquí, hay con tus siervos cincuenta hombres fuertes; te rogamos que dejes que vayan y busquen a tu señor; quizá lo ha levantado el espíritu de Jehová y lo ha arrojado en algún monte o en algún valle. Y él les dijo: No los enviéis.

17. Pero ellos le importunaron tanto que, avergonzándose, dijo: Enviadlos. Entonces ellos enviaron a cincuenta hombres, los cuales lo buscaron durante tres días, pero no lo hallaron.

18. Y cuando volvieron a él, que se había quedado en Jericó, él les dijo: ¿No os dije yo que no fueseis?

19. Y los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: He aquí, el lugar en donde está colocada esta ciudad es bueno, como mi señor ve; pero las aguas son malas y la tierra es estéril.

20. Entonces él dijo: Traedme una vasija nueva y poned en ella sal. Y se la trajeron.

21. Y él salió al manantial de las aguas, y echó dentro la sal y dijo: Así dice Jehová: Yo sané estas aguas y no habrá más en ellas ni muerte ni esterilidad.

22. Y fueron saneadas las aguas hasta hoy, conforme a la palabra que habló Eliseo.

23. Después subió de allí a Bet-el; y subiendo por el camino, salieron unos muchachos de la ciudad y se burlaban de él, diciendo: ¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo!

24. Y miró él hacia atrás, y los vio y los maldijo en el nombre de Jehová. Y salieron dos osas del bosque y despedazaron a cuarenta y dos de esos muchachos.

25. De allí se fue al monte Carmelo, y de allí regresó a Samaria.