19. Pero ni aun Judá guardó los mandamientos de Jehová su Dios, sino que anduvieron en los estatutos de Israel, los cuales ellos habían hecho.
20. Y desechó Jehová a toda la descendencia de Israel, y los afligió y los entregó en manos de saqueadores, hasta echarlos de su presencia.
21. Por eso separó a Israel de la casa de David, y ellos hicieron rey a Jeroboam hijo de Nabat; y Jeroboam apartó a Israel de seguir a Jehová y les hizo cometer un gran pecado.
22. Y los hijos de Israel anduvieron en todos los pecados de Jeroboam que él hizo, sin apartarse de ellos,
23. hasta que Jehová quitó a Israel de delante de su rostro, como él lo había dicho por medio de todos los profetas, sus siervos; e Israel fue llevado cautivo de su tierra a Asiria, hasta hoy.
24. Y trajo el rey de Asiria gente de Babilonia, y de Cuta, y de Ava, y de Hamat y de Sefarvaim, y los puso en las ciudades de Samaria, en lugar de los hijos de Israel; y tomaron posesión de Samaria y habitaron en sus ciudades.
25. Y aconteció que al principio, cuando comenzaron a habitar allí, como no temían ellos a Jehová, envió Jehová contra ellos leones que los mataban.
26. Entonces hablaron ellos al rey de Asiria, diciendo: Las gentes que tú trajiste y pusiste en las ciudades de Samaria no conocen la costumbre del Dios de aquella tierra, y él ha echado leones en medio de ellos; y he aquí, los leones los matan, porque no conocen la costumbre del Dios de la tierra.
27. Y el rey de Asiria mandó, diciendo: Llevad allá a alguno de los sacerdotes que trajisteis de allá, que vaya y habite allí y les enseñe la costumbre del Dios de esa tierra.
28. Y fue uno de los sacerdotes que habían llevado cautivo de Samaria y habitó en Bet-el, y les enseñó cómo habían de temer a Jehová.