1. El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad, y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad,
2. a causa de la verdad que permanece en nosotros y que estará perpetuamente con nosotros:
3. Sean con vosotros la gracia, la misericordia y la paz de Dios el Padre y del Señor Jesucristo, Hijo del Padre, en la verdad y en el amor.
4. Mucho me he regocijado porque he hallado a algunos de entre tus hijos que andan en la verdad, tal como hemos recibido el mandamiento del Padre.
5. Y ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a otros.