Reina-Valera 1909

2 Crónicas 6:17-29 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

17. Ahora pues, oh Jehová Dios de Israel, cúmplase tu palabra que dijiste a tu siervo David.

18. Pero, ¿es verdad que Dios ha de habitar con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener. ¡Cuánto menos esta casa que he edificado?

19. No obstante, atiende a la oración de tu siervo, y a su ruego, oh Jehová Dios mío, para oír el clamor y la oración con que tu siervo ora delante de ti.

20. Que tus ojos estén abiertos sobre esta casa de día y de noche, sobre el lugar del cual dijiste: Mi nombre estará allí; escucha la oración con que tu siervo ora en este lugar.

21. Asimismo, escucha el ruego de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando en este lugar hagan oración. Oye desde los cielos, desde el lugar de tu morada; oye y perdona.

22. Si alguno peca contra su prójimo, y éste le exige juramento haciéndole jurar, y él viene a jurar ante tu altar en esta casa,

23. entonces oye tú desde los cielos, y actúa y juzga a tus siervos, dando la paga al impío, haciendo recaer su proceder sobre su cabeza y justificando al justo al darle conforme a su justicia.

24. Si tu pueblo Israel es derrotado delante del enemigo por haber pecado contra ti, y se vuelven, y confiesan tu nombre y ruegan delante de ti en esta casa,

25. entonces oye desde los cielos, y perdona el pecado de tu pueblo Israel y hazlos volver a la tierra que diste a ellos y a sus padres.

26. Cuando los cielos se cierren y no haya lluvias por haber pecado ellos contra ti, si oran a ti en este lugar, y confiesan tu nombre y se vuelven de sus pecados cuando los aflijas,

27. entonces oye tú desde los cielos y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, y enséñales el buen camino para que anden en él y envía lluvia sobre tu tierra, la cual diste por heredad a tu pueblo.

28. Y si hay hambre en la tierra, o si hay pestilencia, si hay tizoncillo o añublo, langosta o saltamontes; o si los sitian sus enemigos en la tierra de sus ciudades; cualquier plaga o enfermedad que sea;

29. toda oración y todo ruego que haga cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cualquiera que conozca su aflicción y su dolor en su corazón, si extiende sus manos hacia esta casa,