Reina-Valera 1909

2 Crónicas 32:9-21 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

9. Después de esto, Senaquerib, rey de los asirios, mientras sitiaba Laquis, y con él todas sus fuerzas, envió sus siervos a Jerusalén, a Ezequías, rey de Judá, y a todos los de Judá que estaban en Jerusalén, diciendo:

10. Así ha dicho Senaquerib, rey de los asirios: ¿En quién confiáis vosotros al resistir el sitio en Jerusalén?

11. ¿No os engaña Ezequías para entregaros a la muerte por hambre y por sed, diciendo: Jehová, nuestro Dios, nos librará de la mano del rey de Asiria?

12. ¿No ha quitado el mismo Ezequías sus lugares altos y sus altares, y ha dicho a Judá y a Jerusalén: Sólo delante de este altar adoraréis, y sobre él quemaréis incienso?

13. ¿No sabéis lo que yo y mis padres hemos hecho a todos los pueblos de la tierra? ¿Pudieron los dioses de las naciones de aquellas tierras librar su tierra de mis manos?

14. ¿Qué dios hubo de todos los dioses de aquellas naciones que destruyeron mis padres, que pudiese salvar a su pueblo de mis manos? ¿Cómo podrá vuestro Dios libraros de mis manos?

15. Ahora, pues, no os engañe Ezequías ni os persuada de ese modo, ni le creáis; que si ningún dios de todas aquellas naciones y reinos pudo librar a su pueblo de mis manos ni de las manos de mis padres, ¿cuánto menos vuestro Dios os podrá librar de mis manos?

16. Esto y otras cosas más hablaron sus siervos contra Jehová Dios, y contra su siervo Ezequías.

17. Además de todo esto, escribió cartas en las que blasfemaba a Jehová, el Dios de Israel, y hablaba contra él, diciendo: Así como los dioses de las naciones de los países no pudieron librar a su pueblo de mis manos, tampoco el Dios de Ezequías librará al suyo de mis manos.

18. Y clamaron a gran voz en judaico al pueblo de Jerusalén que estaba sobre los muros, para espantarlos y aterrorizarlos, a fin de poder tomar la ciudad.

19. Y hablaron contra el Dios de Jerusalén, como contra los dioses de los pueblos de la tierra, que son obra de manos de hombres.

20. Pero el rey Ezequías y el profeta Isaías hijo de Amoz oraron con respecto a esto, y clamaron al cielo.

21. Y Jehová envió un ángel, el cual hirió a todo hombre fuerte y valiente, y a los jefes y capitanes en el campamento del rey de Asiria. Por tanto, éste volvió a su tierra avergonzado; y al entrar en el templo de su dios, allí lo mataron a espada los que habían salido de sus lomos.