Reina-Valera 1909

2 Crónicas 23:11-21 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

11. Entonces sacaron al hijo del rey, y le pusieron la corona y el testimonio, y le proclamaron rey; y Joiada y sus hijos le ungieron, y dijeron: ¡Viva el rey!

12. Y cuando Atalía oyó el estruendo de la gente que corría y aclamaba al rey, vino a la casa de Jehová donde estaba el pueblo;

13. y miró, y he aquí, el rey estaba junto a su columna, a la entrada, y los príncipes y los trompeteros junto al rey, y todo el pueblo del país se regocijaba, y tocaba trompetas, y los cantores con instrumentos de música dirigían la alabanza. Entonces Atalía rasgó sus vestidos y dijo: ¡Traición! ¡Traición!

14. Y el sacerdote Joiada sacó a los jefes de centenas que estaban al mando del ejército y les dijo: Sacadla fuera del recinto, y al que la siga, matadlo a filo de espada, porque el sacerdote había mandado que no la matasen en la casa de Jehová.

15. Ellos, pues, le echaron mano; y cuando ella hubo pasado la entrada de la puerta de los caballos de la casa del rey, allí la mataron.

16. Y Joiada pactó con todo el pueblo y con el rey, que serían el pueblo de Jehová.

17. Después de esto entró todo el pueblo en el templo de Baal y lo derribaron, y también sus altares; e hicieron pedazos sus imágenes y mataron delante de los altares a Matán, sacerdote de Baal.

18. Además Joiada puso los oficios de la casa de Jehová bajo la autoridad de los sacerdotes y los levitas, según David los había designado en la casa de Jehová, para ofrecer a Jehová los holocaustos, como está escrito en la ley de Moisés, con gozo y con cánticos, conforme a lo dispuesto por David.

19. Puso también porteros en las puertas de la casa de Jehová, para que no entrara ninguno que por algún motivo estuviese impuro.

20. Y tomó a los jefes de centenas, y a los principales, y a los que gobernaban al pueblo y a todo el pueblo del país, e hizo descender al rey desde la casa de Jehová; y entraron por la puerta superior de la casa del rey y sentaron al rey sobre el trono del reino.

21. Y todo el pueblo del país se regocijó, y la ciudad quedó tranquila después que mataron a Atalía a filo de espada.