5. Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado la garantía del Espíritu.
6. Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, peregrinamos ausentes del Señor
7. (porque por fe andamos, no por vista);
8. pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y estar presentes delante del Señor.
9. Por tanto, procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables;
10. porque es menester que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.