7. Porque los que duermen, de noche duermen; y los que se emborrachan, de noche se emborrachan.
8. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de la fe y del amor, y con la esperanza de la salvación como yelmo.
9. Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,