20. Y al tiempo que moría, le decían las que estaban junto a ella: No tengas temor, porque has dado a luz un hijo. Mas ella no respondió ni prestó atención.
21. Y llamó al niño Icabod, diciendo: ¡Desterrada ha sido la gloria de Israel!, porque el arca de Dios ha sido tomada, y porque habían muerto su suegro y su marido.
22. Dijo, pues: Desterrada ha sido la gloria de Israel, porque el arca de Dios ha sido tomada.