Reina-Valera 1909

1 Samuel 25:27-40 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

27. Y ahora este presente que tu sierva ha traído a mi señor sea dado a los criados que siguen a mi señor.

28. Y yo te ruego que perdones a tu sierva esta ofensa, pues Jehová de cierto hará casa estable a mi señor, por cuanto mi señor pelea las batallas de Jehová, y mal no se ha hallado en ti en tus días.

29. Aunque alguien se haya levantado para perseguirte y atentar contra tu vida, con todo, la vida de mi señor será ligada al haz de los que viven con Jehová tu Dios, y él arrojará la vida de tus enemigos como de en medio de la palma de una honda.

30. Y acontecerá que, cuando Jehová haga con mi señor conforme a todo el bien que ha hablado de ti, y te ponga como caudillo sobre Israel,

31. entonces, señor mío, no te será motivo de tropiezo ni turbación de corazón el haber derramado sangre sin causa, ni el que mi señor se haya vengado por sí mismo. Guárdese, pues, mi señor, y cuando Jehová haga bien a mi señor, acuérdate de tu sierva.

32. Y dijo David a Abigail: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que te envió para que hoy me encontrases;

33. y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú, que me has impedido hoy el ir a derramar sangre y a vengarme por mi propia mano.

34. Porque, vive Jehová Dios de Israel, que me ha impedido hacerte mal, que si no te hubieras dado prisa en venir a mi encuentro, de aquí a mañana no le hubiera quedado a Nabal ni un hombre.

35. Y recibió David de su mano lo que le había traído y le dijo: Sube en paz a tu casa, y mira que he escuchado tu voz y te he tenido respeto.

36. Y Abigail fue a Nabal, y he aquí que él tenía banquete en su casa como banquete de rey; y el corazón de Nabal estaba alegre, y estaba muy ebrio, por lo que ella no le dijo ni poco ni mucho hasta el día siguiente.

37. Pero sucedió que a la mañana, cuando se le había pasado el efecto del vino a Nabal, le refirió su esposa estas cosas; y desmayó su corazón, y se quedó como una piedra.

38. Y aconteció que después de unos diez días, Jehová hirió a Nabal, y murió.

39. Y cuando David oyó que Nabal había muerto, dijo: Bendito sea Jehová, que juzgó la causa de mi afrenta recibida de manos de Nabal y que ha preservado del mal a su siervo; y Jehová ha vuelto la maldad de Nabal sobre su propia cabeza. Después envió David a hablar con Abigail, para tomarla por esposa.

40. Y los criados de David vinieron a Abigail en Carmel y hablaron con ella, diciendo: David nos ha enviado a ti para tomarte por esposa.