Reina-Valera 1909

1 Samuel 25:10-23 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

10. Y Nabal respondió a los criados de David y dijo: ¿Quién es David? ¿Y quién es el hijo de Isaí? Muchos siervos hay hoy que huyen de sus señores.

11. ¿He de tomar yo ahora mi pan, mi agua y la carne que he preparado para mis esquiladores, y he de dárselos a hombres que no sé de dónde son?

12. Y se volvieron los criados de David por su camino, y regresaron, y llegaron y dijeron a David todas estas palabras.

13. Entonces David dijo a sus hombres: Cíñase cada uno su espada. Y se ciñó cada uno su espada; y también David se ciñó su espada; y subieron tras David como cuatrocientos hombres, y dejaron doscientos con el bagaje.

14. Y uno de los criados dio aviso a Abigail, mujer de Nabal, diciendo: He aquí, David envió mensajeros desde el desierto para que saludasen a nuestro amo, y él los ha despreciado.

15. Mas aquellos hombres han sido muy buenos con nosotros y nunca nos han hecho daño, ni ninguna cosa nos ha faltado en todo el tiempo que hemos andado con ellos, mientras hemos estado en el campo.

16. Nos han servido de muro de día y de noche, todos los días que hemos estado con ellos apacentando las ovejas.

17. Ahora, pues, entiende y mira lo que has de hacer, porque el mal ya está resuelto contra nuestro amo y contra toda su casa; pues él es un hombre tan perverso que no hay quien pueda hablarle.

18. Entonces Abigail se apresuró a tomar doscientos panes, y dos cueros de vino, y cinco ovejas guisadas, y cinco medidas de grano tostado, y cien racimos de uvas pasas y doscientos panes de higos secos, y lo cargó todo en asnos;

19. y dijo a sus criados: Id delante de mí, y he aquí, yo os seguiré luego. Y nada declaró a su marido Nabal.

20. Y aconteció que montó en un asno y descendió por una parte encubierta del monte, y he aquí, David y sus hombres venían descendiendo hacia ella; y ella fue a su encuentro.

21. Y David había dicho: Ciertamente en vano he guardado todo lo que éste tiene en el desierto, sin que nada le haya faltado de todo cuanto es suyo; y él me ha devuelto mal por bien.

22. Así haga Dios a los enemigos de David, y aun les añada, que de aquí a mañana, de todo lo que sea suyo no dejaré con vida ni a un solo hombre.

23. Y cuando Abigail vio a David, se bajó rápidamente del asno; y postrándose sobre su rostro delante de David, se inclinó a tierra.